Las fundas desmontables son fáciles de quitar y lavar, lo que te permitirá mantener el cochecito limpio y fresco. Además, si eliges una funda de colores oscuros, se disimularán mejor las manchas.
Usa una aspiradora de mano para quitar las migas y la suciedad acumulada en el cochecito. Presta especial atención a los pliegues y esquinas.
Las ruedas del cochecito tienden a acumular mucha suciedad. Limpia las ruedas con regularidad con un paño húmedo y un poco de jabón.
Para quitar el polvo de las partes que no se pueden desmontar, usa un cepillo suave y seco. De esta forma, evitarás que se adhiera más suciedad.
Usa una capota o un plástico protector para evitar que el cochecito se moje en días de lluvia. Esto evitará que la suciedad se acumule en las telas y las ruedas.
Las toallitas para bebés son una solución rápida y fácil para limpiar las manchas pequeñas en el cochecito. Además, contienen ingredientes suaves que no dañarán las telas.
Lee las etiquetas de cuidado de las telas y lava el cochecito a menudo en la lavadora. Usa un detergente suave y programa un ciclo suave.
Limpia el chasis con un paño húmedo para evitar que se acumule el polvo y la suciedad. Si es necesario, utiliza un lubricante en las ruedas para que se deslicen mejor.
Una vez que hayas terminado de usar el cochecito, guárdalo en un lugar seco y limpio. Así evitarás que se acumule el polvo y la suciedad.
Si planeas viajar con el cochecito, asegúrate de transportarlo en una bolsa de transporte para protegerlo de golpes y rayaduras. También puedes usar esta bolsa para guardar el cochecito cuando no lo estés usando.
¡Sigue estos trucos y tendrás un cochecito impecable para tu bebé! Para saber más sobre el cuidado del bebé, visita nuestra sección de limpieza y orden o nuestra sección de sueño y descanso.